Nevados y fríos días desde el Norte. Así es!! con más de un mes de antelación el invierno se ha presentado ya en Cantabria. Este viernes cayó un fuerte temporal en el sur-centro de la comunidad. La nieve cayó con fuerza en algunas zonas altas (y no tan altas) afortunadamente el sábado el temporal se suavizó y permitió observar los resultados. Para ello me dirigí a la comarca de Liébana para hacer una sencilla ruta por la zona más cercana a los Picos de Europa que llevan los muchachos de Naturea. Sencilla por precaución ya que el temporal podía volver a desencadenarse en cualquier momento. Para ello tuve la compañía de Santos (experto montañero) y nuestro guía Diego, que aún estando acatarrado nos acompañó para sobre todo a mí darme una buena lección de la zona.
Para empezar nos situamos. La comarca de Liébana está en el extremo más occidental de Cantabria. Se caracteriza por albergar las cumbres más altas de la comunidad. No solo picos de Europa, sino la cordillera cantábrica o la sierra de Peña Sagra, además de pueblos muy pintorescos como su capital Potes o el espectacular accidente geográfico del desfiladero de La Hermida, con más de 20 km por la que el Deva se abre paso hacia el mar. Esta comarca cuenta con un clima muy especial, ya que a pesar de lo que se pueda creer es poco lluvioso con inviernos fríos y veranos calurosos propios del clima mediterráneo. Los bosques típicos atlánticos de roble y haya se mezclan con los mediterráneos de encinas, castaños y nogales.
Empezando la ruta en Allende, junto al pueblo de Lebeña casi a la salida del desfiladero, vamos remontando el arroyo de Robejo, por un bosque de ribera con ejemplares de almendro, sauce y matorral como el madroño y el brezo salpicado en la zona más alejado al río de encinas y acebos. Vadearemos varias veces el río hasta que ya sea imposible por la enorme cantidad de agua que baja para tener que tomar un camino alternativo por una parte más alta, dónde descubro la llamada marihuana de los tontos (Helleborus Foetidus) que algún jovenzuelo incauto confunde con la hierba real sin saber que es muy tóxica, es por ello que su principal uso es como hierva ballestera para envenenar saetas de esta arma. Llegamos al pueblo de Cabañes, típico pueblo aislado lebaniego, cubierto de la nieve de la anterior madrugada. Volvemos a conectar con el arroyo momentáneamente para abandonarlo y ascender por el castañar del Habario, con ejemplares de este árbol de más de 500 años y algún nogal disperso. Aunque el día es gris y con mucha niebla podremos admirar las cumbres de Peña Sagra, la peña Ventosa y detrás ya en la zona de los Picos de Europa el imponente Pico Agero cubiertos de nieve. Lamentablemente con tanta niebla las cumbres ya más lejanas de la cordillera y el macizo de Fuente Dé se hacen difíciles de apreciar. Caminando ya sobre una fina capa de nieve afrontaremos las rampas con vista ya a la peñuca de Colio, sin embargo debido a la nieve y la humedad no subiremos hasta arriba sino que la rodearemos, con una vista muy bonita del valle del Deva que se abre paso hacia Potes, oculto tras las primeras cumbres de Picos de Europa. Tendremos también a la vista debajo el pueblo de Colio que le da nombre y un ángulo diferente de La Ventosa y el Agero con los pequeños pueblos de Cabañes y Penduso en el fondo del valle nevado. El rodeo a la peña se hace bastante difícil por la nieve, acompañado por el barro y la pendiente hasta que llegando al manantial del Rubejo tomaremos una pista principal hasta llegar de nuevo a Cabañes, dónde tomaremos un almuerzo y ya siguiendo de nuevo el arroyo llegar de nuevo a Allende.
Ya que la ruta ha sido rápida debido al reducido grupo y el fuerte ritmo que hemos metido, charlando con mis compañeros antes de partir a sus destinos, me recomiendan visitar el mirador de Santa Catalina en la subida por el collado de la Hoz desde La Hermida. Así que tras un café en el pueblo, allá que me dirijo y así ya de paso recorro este puerto que aunque muchos no sabrán fue el inicio del gran ataque de Contador en la vuelta del 2012 que acabó con su histórica victoria en Fuente Dé. El mirador una auténtica pasada (gracias Diego por la recomendación). Y ya tras esto siguiendo la carretera rumbo a Puentenansa y aprovechando las últimas luces para visitar Carmona, otro pueblo con encanto de los muchos en Cantabria vuelvo de nuevo al calor del hogar tras pasar un espectacular día de senderismo, aventura y exploración por los rincones cántabros.
Y aquí os dejo unas fotos de la ruta
Y aquí fotos de La Hermida y desde el mirador de Santa Catalina, ajenas a la ruta
