lunes, 28 de octubre de 2013

26/10/2013 Conexión Cantabria senderismo. Subida al Mortillano (1418 metros) desde el collado de Asón.

Aquí estamos una semana más y mientras el tiempo lo permita recorriendo junto a los muchachos de Naturea, algunas de las mejores rutas por Cantabria.
Esta vez realizaremos una ascensión con un perfil muy parecido al del Mozagro, pero cambiando radicalmente de zona. Dejamos los densos bosques del Saja por los espectaculares cortados y barrancos del parque natural del Alto Asón. Hay que comentar también que a parte de tener algo más de desnivel la ruta puede ser en algún punto peligroso por la necesidad de atravesar 2 lapiaces ( o garmas como son aquí conocidas) un fenómenos kárstico que explicaré luego.
Comenzamos la ruta una docena de senderistas más nuestro guía Óscar, ya un conocido de anteriores rutas y excelente persona, en el aparcamiento y mirador del collado del Asón. Aquí podemos asistir casi en exclusiva a la "muda" que se trata del descenso del ganado vacuno de los pastos de la alta montaña a las cabañas al abrigo de los valles, algo muy propio de la cultura pasiega sobre todo aunque también de esta cercana zona del alto Asón. Desde aquí podemos también contemplar la cascada del nacimiento del río o Caliagua, por lo que a estas alturas ya no baja ni una gota de agua. Descendemos un poquito para tomar la pista de hormigón y mas tarde gravilla por la que arranca la ascensión. Desde abajo podremos ver otro pico (La Rasa) que mucha gente confunde con el Mortillano, sin embargo nuestra cima queda oculta tras éste. Tras una dura subida por terreno de piedra muy suelta alcanzamos el caserío de la Porruca, en el que tenemos que hacer una parada para quitar ropa, ya que la temperatura es hoy de mucho calor con un cielo totalmente despejado. Caminaremos ahora por terreno más llano con vista al macizo del Alto Asón, por el que empiezan a aparecer sus picos más característicos (Colina, Porracolina, Peñas Gordas,Mosquiteru o Peña Lusa) además del espectacular barranco de Rocías. Nos adentraremos un momento en un curioso hayedo. Curioso porque está asentado sobre roca caliza, una roca porosa que no retiene el agua por lo que el asentamiento de este tipo de árboles es muy complicado ya que necesitan mucho aporte de humedad. Tras salir de él, entramos en una zona de matorral dónde abunda el brezo, el tojo, la manzanilla y otras hierbas. El sendero es muy difuso y hay que seguir bien a nuestro guía. Aquí es buena idea girarse y contemplar las preciosas vistas del valle de Soba y su macizo y toda la zona de la Gándara y los Mazos (el grande y el chico). Conforme vayamos subiendo tendremos más a nuestro alcance La Rasa, aunque no subiremos lo rodearemos, pero primero será obligada una parada en un precioso mirador o más bien un balcón a la bahía de Santander. La vista aquí también es tremendo a toda la zona del valle del Asón y su macizo. A partir de aquí habrá que extremar la precaución ya que comienza la zona de lapiaz. Los lapiaces son un fenómenos kárstico o propio de la roca caliza. Los afloramientos rocosos son moldeados por el agua y el hielo formando grandes y profundas grietas y formas acuchilladas, algunas de éstas son colonizadas por vegetacíón y son difíciles de ver. Para atravesar estas zonas nos colocamos en fila y nos guiamos por Óscar para saber dónde mejor poner el pie. Observamos también otros fenómenos como las dolinas (grandes simas producidas por el desgaste que hunden la roca cientos de metros) o la más famosa la surgencia kárstica de la cascada de Cailagua. Es también interesante comentar que bajo el Mortillano se encuentra la cueva de mayor longitud de España, que con sus 130 km, 22 bocas de entrada y 8 ríos subterráneos sigue aumentando de longitud con cada expedición.
Bordeando La Rasa y siguiendo atravesando lapiaces veremos el objetivo, el Mortillano el pico más alto de la sierra de Hornijo, uno de los 3 macizos del parque natural. Con mucho cuidado descenderemos un poco para afrontar el último tramo más de escalada que de senderismo, ganando altura a la inmensa mole de roca caliza, para por fin coronar su cima a 1418 metros, dónde una construcción y un buzón para los aventureros que llegan nos dan la bienvenida. Las vistas desde aquí no pueden explicarse de palabras. Al norte la costa Cántabra desde Santander hasta más allá de Castro Urdiales (preciosa la vista del monte Buciero entre Santoña y Laredo) y al sur la vista se abre hacía Burgos y podemos ver la inmensidad de todo el parque natural. Con el la excelentes condiciones de visibilidad de hoy se pueden ver hasta los lejanos picos de Europa y la sierra de Alto Campoo. Toca comer, disfrutar de las vistas y hacerse las fotos de rigor para de nuevo afrontar el descenso por el mismo sitio, que ya con la lección aprendida, la afrontamos con más seguridad y como centellas llegamos de nuevo hasta el aparcamiento dónde nos despedimos y cada uno a su casa.
Y eso es todo, seguiremos informando de más rutas por la geografía cántabra. Dejo unas fotos de los paisajes de esta ruta.


























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