Hoy nos vamos al corazón del parque natural del Saja, mas lejos de lo que haya llegado hasta ahora, para ascender por una ruta espectacular de unos 15 km entre ida y vuelta y mas de 600 metros de desnivel, casi todo por bosque y con vistas a algunos lugares naturales muy interesantes. Para llegar al punto de reunión tengo que atravesar todo el valle de Cabuérniga y pasar el cruce a Bárcena Mayor, dónde comienza la ascensión al puerto de Palombera. La carretera aquí ya se adentra entre los tupidos bosques de haya de la zona, hasta llegar al centro de interpretación del parque natural. Aquí es dónde nos juntamos 6 personas más nuestro guía Luis. El tiempo a las 10 de la mañana es fresco y con una niebla densa en las cumbres y lo que es más preocupante, una fina lluvia que no se sabe si parará o irá a mas
Para empezar la ruta tenemos que conducir otros 2 km por el puerto hasta un aparcamiento habilitado en la zona que se llama Jaya Cruzá (más adelante entenderemos porque). Ajustamos equipamiento y nos echamos a andar por el sendero que nace en el aparcamiento. En esta primera zona encontraremos suelos calizos y especies arbóreas como el haya, el fresno, el sauce y matorral como endrinos y otros propios de zonas bajas y cercanas al río. A los pocos km encontramos lo que da nombre a la zona, la curiosa Jaya Cruzá o Haya Curva y otros ejemplos de hayas de grandes dimensiones. Algún ejemplar en los bosques de Saja puede llegar a los 40 metros.
Seguiremos subiendo de forma muy suave y constante por una zona de bosque densa y muy bonita en la que el otoño está empezando a hacer su trabajo tapizando el suelo de hojas caducas y cambiando los tonos del bosque a amarillos. La niebla también hace acto de presencia la niebla que empieza a bajar de la montaña y nos empieza a empapar. Aquí también tenemos una anécdota: un ternero se sale de la manada y lo tendremos de compañero hasta la zona de Tramburrios.
Tras una pequeña bajadita alcanzamos la zona de Tramburrios. Se llama así por la zona en el que se unen el río Bijoz y el río Cureñas o Arroyo del Infierno formando el propio río Saja, aunque se le considere el nacimiento este último. Es una zona de alto interés por sus pozas cascadas y fauna de ribera. El sonido del agua aquí es ensordecedor
A partir de aquí dejaremos atrás el terreno calizo por la arenisca y empezará a surgir los primeros robles, avellanos, abedules, serbales, tejos y amplias comunidades de helechos, musgos líquenes y otras propias del tramo subalpino. El camino se vuelve más resbaladizo y empinado. Estamos en la zona del canal del Infierno, remontando este estrecho que forma el río, mientras tenemos vistas de los extensos bosques interminables del Saja
El camino zigzaguea por el estrecho cañón del río Cureñas. El tiempo nos da un respiro y sale el so. El terreno cambia aparecen los conglomerados y el roble se apodera del camino. Aquí podemos ver dos monumentos naturales muy importantes. En primer lugar el Castro del Burro, una curiosa formación rocosa que parece fue colocada a propósito pero es totalmente natural. La otra la más espectacular y uno de los símbolos de la ruta: los Molinucos del Diablo al otro lado del canal. Unos conglomerados de roca en equilibrio que según en que posición se miren se ven de una manera diferente y alguna imposible (las mías no son los mejores).
Ya solo nos queda el último tramo de subida, el más duro sin duda por las últimas rampas del monte del Infierno mirando atrás veremos una bonita panorámica del valle que vamos dejando atrás
Finalmente tras abandonar el bosque llegaremos a una gran zona abierta. Hemos llegado al puerto de Sejos, una amplia braña para que paste el abundante pasto que hemos visto durante toda la subida. Aquí al estar ya en un tramo alpino, desaparece la flora típica y abunda el matorral de montaña y con suerte (mucha muchíiiisima) ejemplares de oso pardo. Aunque las águilas ratoneras y perdiceras de las alturas no desmerecen. A lo lejos veremos una de las ascensiones más bonitas de Cantabria: el Cueto de La Concilla, dónde dicen en días despejados es posible ver el mar desde sus 1922 metros. Aquí descansamos tras la dura subida y comemos a orillas del arroyo del Infierno con vistas a la ladera de la montaña y los cantos de la borrica
Y tras comer podemos ver como el Infierno se nos viene encima. La niebla aparece correteando por las montañas y empieza a descender amenazadora, caen gotas finas y la temperatura desciende de forma considerable. Toca un descenso más rápido de lo esperado por el mismo lugar pero sin ningún contratiempo.
Tras la rápida bajada estamos de nuevo el aparcamiento dónde ya nos despedimos y cada uno de vuelta a casa tras una bonita y exigente ruta por una de las zonas boscosas más importantes de Cantabria.
Y esto es todo seguiremos informando. Saludos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario