Conexion Cantabria BTT (Polientes - Paramo de la Lora - Pico Muñata - Villota de Elines)

Saludos desde tierras cántabras. Parece que el tiempo por aquí no da tregua y aunque el sol ha aparecido algún día tímidamente, la tónica general es cielo cubierto con lluvias fuertes a ratos y aun mucho frío.

Este sábado tenía mono de bici y me decidí a desplazarme al sur de Cantabria, al bello valle de Valderredible, que parecía daban mejor tiempo. Al final no fue así y aunque no llovió tuve que soportar temperaturas invernales y densas nieblas.

La ruta comienza en Polientes, capital del municipio de Valderredible, el más extenso de Cantabria y que se encuentra en el centro del valle del mismo nombre que atraviesa el aún joven Ebro. Este valle presume de cultivar las mejores patatas de la península, debido a uno de los tan peculiares microclimas de Cantabria.

Atravieso el puente de Rocamundo, uno de los símbolos de Polientes rumbo al pueblo del mismo nombre, dónde comienza oficialmente el puerto de la Lora, aunque ya aquí la carretera pica hacia arriba. Atravieso el pueblo y ya se puede ver el enorme muro que habrá que atravesar en estos 5 km

La subida comienza suave con rampas del 6-10% hasta tomar una curva y empezar a inclinarse con ganas hasta situarse al 16%, donde me tengo exprimir de lo lindo, aunque la vista que vamos dejando anima seguir dándole a los pedales. Tras la única gran curva de herradura, las rampas se suavizan, aunque siempre serán en torno al 10-12%. Mirando a la derecha veremos como se extiende el valle de Valderredible y la carretera  que vamos dejando abajo. Llego al mirador de la Lora y descanso un momento. Este mirador se sitúa junto al observatorio astronómico de la Lora, ya en la provincia de Burgos.

Ahora me encuentro el vasto páramo de la Lora, por dónde antiguamente circulaba el río Ebro, hasta que lo fue desgastando y formó el valle de Valderredible y el cañón del Ebro un poco más adelante. Es un terreno totalmente diferente, desolado y con un clima muy duro. Aquí además se aprovecha la energía del viento.

Ahora tendré que rodar por la carretera hacia Sargentes de la Lora, aguantando un frío bastante molesto, aire y niebla "meona". Por lo que no invita a parar mucho a hacer fotos de la zona. Las únicas son éstas de los antiguos pozos de petróleo junto al "oasis" de Sargentes de la Lora. Un pueblo que antaño vivió la fiebre del oro negro por los yacimientos de petróleo. Hoy no es más que un pueblo perdido en el norte de Burgos

En Sargentes abandono la carretera y ya solo pedalearé por caminos y senderos en busca del pico Muñata. Aquí llega el punto negativo del día. Buscando el camino para ir al pico me despisto y me encuentro vagando sin rumbo por el páramo, ya que algunos caminos no existen y otros están cortados. Así que lo que debían ser 20 min se convierte en una hora de deambular con frío, niebla y viento que machacan de lo lindo, además la subida al pico que pensaba sería poca cosa se convierte en algo más duro de lo que imaginaba. En lo alto paro y descanso y observo el valle de Valderredible que de nuevo de abre y la peña Camesía que asoma junto al pico y que será el punto de descenso

Ahora toca bajar rumbo a Villota de Elines por una bajada tan peligrosa como dibertida, que haría las delicias de algún amante de los descensos sin duda. Yo intenté bajar entero sobre la bici pero no tuve cojones, hubo tramos que bajé a pie. Las vistas del valle, los bosques y la peña son impresionantes

Una vez abajo  en Villota de Elines, tras sortear algún portón para el ganado, ya solo tengo que enganchar el GR 99 en sentido contrario hasta Polientes. Un recorrido relajado junto al Ebro entre bosque de ribera que me sirve para despejarme y estirar las piernas y ya una vez en el punto de origen bici al coche y a comer en el hostal Sanpatiel dónde me reencuentro con unos viejos conocidos de mi aventura por el camino del Ebro de hace un par de años. También a la vuelta paro a ver en Arroyo a mis buenos amigos Rosa y Ángel del albergue rumbo Ebro y tomamos un animado café.

Y esto es todo. Vuelta a la civilización y a la espera de que llegue de una vez el buen tiempo para poder disfrutar más de esta maravillosa naturaleza