La ruta ha sido algo así como una extensión de lo ya realizado el sábado: calentamiento por el paseo marítimo y las playas hasta empezar a subir al faro (esta vez sin entrar a la Magdalena y el parque de Mataleñas). Una vez aquí otra vez al panteón del Inglés y a continuación a coger senda al borde de los acantilados y plagada de barro. Puedo ver la costa Quebrada en todo su esplendor y los numerosos islotes y peñascos que se asoman en cada rincón y tras cada subida o bajada del sendero. Mi objetivo era llegar a la ermita de la Virgen del Mar, pero se hace imposible y es que el tiempo cántabro me juega una mala pasada: comienza a llover y el camino embarrado se convierte en arenas movedizas y en algunos sitios se puede hacer peligroso por lo expuesto en algunos sitios a caer al mar. Además un simpático ganadero me "invita" a abandonar sus tierras.
Así pues guiándome por el GPS encuentro un camino de vuelta al pueblo de Cueto, dónde lavo la bici y las zapatillas (obligatorio). Y de ahí vuelta a la capital. Como me encuentro con ganas de más, me meto un chute y subo no una ni dos, sino 3 veces al palacio de la Magdalena (loquísimo de la cabeza!!!). No es que sea una subida dura y además muy corta, pero me sirve para darme un poco de caña.
Dejo hoy pocas fotos por no repetirme solo de algún lugar nuevo
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