Se dice que tras el temporal llega la calma. Y en Cantabria eso hay que aprovecharlo. Después de una semana de lluvia, viento y frío. El tiempo ha dado una tregua y ha dejado disfrutar de una agradable visita por una de las zonas más bonitas de los alrededores de Santander. Mis compañeros Borja, Ana, Elena y yo hicimos un pequeño paseo por la costa norte de la ciudad y visitamos la playa de Mataleñas, rodeada de espectaculares acantilados y con el campo de golf en lo alto, después rodeamos el cabo menor con una grandiosa vista de la ciudad y sus playas, para llegar al faro de Cabo Mayor. Tras esto nos desplazamos más al sur para ascender y visitar el palacio de la Magdalena, quizá el mayor símbolo de la ciudad, por preciosos caminos entre bosques y acantilados y vistas al Sardinero, la isla de Mouro y la bahía.
Parece que el tiempo se vuelve a complicar pero seguiré informando...
Playa de Mataleñas y campo de golf
Vistas desde el cabo menor: Campo de golf, más al fondo la isla de Mouro y de fondo Santander y Somo
El faro de Cabo Mayor
Palacio de la Magdalena
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