Buenas amigos del blog, esta vez es Giorgio el que se pone al mando de la nave para contaros nuestra participación en la Orbea Monegros 2015.
La jornada comenzaba temprano, a las 8:30 nos juntamos en la Plaza Dos de Mayo de Zaragoza Barbas Cantín, Jorge Cantín, Raúl, Javi
Arnal y un servidor para preparar las bicis en los coches y poner rumbo a la
localidad de Sariñena.
Sobre las 10:30 llegamos a Sariñena donde nos juntamos con
Javi Titán que como 120km le parecían
pocos ha decidido venir a Sariñena en bici.
Así que nos preparamos los bikers para la carrera que
seremos el Barbas, Raúl, Titán, Luis Arenas y yo mismo.
La salida está dividida en tres cajones: Orbea, Skoda y
Powerade. Luis Arenas y Javi Titán están en el primer cajón, Orbea, y el resto
en el segundo, Skoda.
La salida está programada para las 12:00, y la espera se
hace interminable. Cuando dan la salida los del primer cajón comienzan la
competición y los del segundo tenemos que esperar hasta que el último ciclista
del primero haya salido, así que nosotros hasta las 12:10 o así no salimos.
Una vez comenzada la carrera comienzan los esperados atascos
de gente (con 8000 beteteros no podía ser de otra manera), y lo que es peor,
algún susto en forma de caída, que hace que algún participante no pueda ni
salir del pueblo.
Ya en marcha la carrera transcurre por caminos y pistas muy
anchos y ya nos encontramos con uno de los “enemigos” de la prueba, el polvo.
Todo lo que os diga o cuente va a ser poco en comparación con las nubes de
polvo que se formaban, de tal manera que en ocasiones se hacía imposible ver
nada. El otro “enemigo” de la prueba son los inconscientes que intentan
adelantar por donde no se puede, lo que provoca alguna que otra caída.
Los primeros kilómetros transcurren rápido y a buen ritmo. Raúl
y yo nos juntamos y tratamos de tirar juntos aunque en ocasiones nos perdemos
la vista por la cantidad de gente que había.
Pasamos el primer avituallamiento donde decidimos no parar y
llegamos al primer puerto de la jornada, una subida de asfalta de unos 450
metros de desnivel que yo conozco bien pues también se sube en la cicloturista
de Sena. Como homenaje y recuerdo, decido parar a mear en la misma cuneta donde
paré en su día jejeje. Una vez se llega al final del asfalto la carrera se
divide entra la larga y la corta. Los de la larga aún nos quedan unas últimas
rampas de tierra, piedra suelta y algún escalón, muy divertida y bonita pero
que se ve desmerecida por los continuos atascos y “pie a tierra” de gente menos
preparada.
A partir de aquí se suceden unas bonitas bajadas muy rápidas
y unos tramos de llano. En este punto he de decir que a nivel personal tuve
unos problemas. Había llenado la bolsa de hidratación con 3 litros de agua con
sales y llevaba unos cuantos geles y barritas… pero mi estómago se cerró y sólo
me admitía agua, que no llevaba. Así que decidí aguantar hasta el siguiente
avituallamiento para tirar el agua con sales y meterme agua y algo de comida
“normal” al cuerpo, pero el avituallamiento tardó en llegar (km 65) y noté los
efectos de la deshidratación, con dolor de cabeza incluido. A lo que llegué y
pude beber agua y comer algo (naranja, plátano y un mini bocadillo de atún) ya
llevaba 3 horas encima, y eso lo pagué el resto de la prueba.
Hacía rato que Raúl había tirado para delante, y todavía
quedaba la mitad de la prueba, así que nada
a dar pedales y tirar hasta el final.
Los siguientes kilómetros se hacen un poco monótonos pues combina
subidas muy tendidas y pequeñas bajadas con tramos largos de llano, y el
paisaje la verdad que no entretiene mucho. Intento meterme en algún grupo para
tirar juntos pero aquí la gente tiene poca idea de rodar, así que voy solo casi
todo el tiempo. A destacar que me junto un rato con Rubén Fraga, amigo del
club, pero él lleva un ritmo más alto y dejo que se vaya.
Así llego hasta el siguiente avituallamiento ya más
recompuesto gracias al agua y la comida, y decido echarme una Cocacola para
terminar de espabilarme. Noto que las sensaciones son mejores y que estoy con
más ganas de tirar, así que de aquí hasta el final ya no paro.
Los últimos kilómetros transcurren a muy buen ritmo y me
planteo el objetivo de bajar de 6 horas de bici (en mi GPS), cosa que consigo
dejando una marca de 5:45 que no está nada mal.
Hay que decir que la llegada es espectacular con megafonía,
música y un montón de gente animando, que te hace sentir como un profesional
jaja.
Una prueba que he disfrutado y también sufrido mucho, pero
que ha merecido la pena en todos los aspectos. La organización se merece un 10
pues tanto la logística, como las comidas, avituallamientos y duchas estaba
todo perfecto. Vuelvo a repetir que éramos 8000 ciclistas que se dice pronto y
en ningún momento hubo problemas ni esperas largas para recoger la comida o
para ducharse. Además estaba todo el recorrido muy bien señalizado, y en todo
momento veías motos, coches y ambulancias de la organización, guardia civil y
protección civil. La parte negativa fueron las caídas que pienso en la mayoría
de los casos fueron provocadas por los adelantamientos imprudentes o por un
exceso de confianza en alguna bajada. Además en las zonas peligrosas como
curvas y demás siempre había alguien de organización advirtiendo para que
bajáramos la velocidad.
Por supuesto agradecer también a Jorge y Javi por ofrecerse
a ayudarnos en esta prueba. El año que viene tienen que estar subidos a la
bici.
Y lo mejor es que ninguno de los bikers de Aventura Aragón
tuvimos el menor percance.
Enhorabuena al Barbas, Luis Arenas, Javi Titán, Raúl y a mí mismo ¡Reto conseguido!
Enhorabuena al Barbas, Luis Arenas, Javi Titán, Raúl y a mí mismo ¡Reto conseguido!
¡¡¡¡La Orbea Monegros 2015 ya es nuestra!!!!
Mis datos de la prueba:
- Distancia: 120km
- Tiempo: 5:45h
- Velocidad media: 20,7km/h
- Desnivel positivo: 1163m
A continuación, como es habitual os dejo con las mejores
instantáneas del día.
¡¡Un saludo, y nos leemos en la próxima!!
¡¡Un saludo, y nos leemos en la próxima!!